La investidura como nuevo doctor es un acto ceremonial solemne, en el que la Comunidad Universitaria da la bienvenida a las personas que hacen una tesis y mediante el que se integran en la misma.
Organizado por las Universidades de forma anual para dar cabida a todos los nuevos doctores, es un acto muy entrañable dirigido fundamentalmente no sólo a dar esplendor a la propia Comunidad Universitaria, sino a reconocer los méritos de un investigador cuya vida académica comienza, por la tesis no es más que el principio.
Lamentablemente, por motivos de economía y porque los profesores olvidamos cada vez más la esencia de nuestras raíces, las Universidades suelen celebrar estos actos junto con las investiduras doctor honoris causa de la propia Universidad. Estas investiduras también son actos solemnes pero de diferente tipo ya que de lo que se trata es de investir a una persona que no pertenece a nuestro claustro universitario, o puede que ni haya realizado una tesis, con el grado de doctor en función al reconocimiento de sus méritos y valía personales por haber destacado en un campo determinado. Aquí hay distintos tipos de sujetos pasivos o personas que reciben el galardón: desde los que son miembros de otra comunidad académica y universitaria, que bien por ser extranjeros o bien por proceder de otras Universidades, y su trabajo se realiza en otras universidades o Centros de investigación, hasta los que no tienen o han tenido vinculación alguna con el mundo investigador, pero han realizado proezas que han contribuido al desarrollo científico. Este último caso fue el que tuvimos el honor de asistir en la UNED con la investidura como doctor honoris causa del astronauta Pedro Duque, un acto que además coincidíaa con el hecho de ser la última investidura de doctores proveniente del formato antiguo de doctorado con lo que el acto termino convirtiéndose en un macro-evento de proporciones semi-monstruosas para los asistentes por la duración del mismo.
¿Quienes son los públicos de las investiduras como doctor?
Tenemos diferentes tipos de públicos:
1.- Los nuevos doctores.
2.- Sus familias.
3.- Los invitados al acto.
Pues bien, evidentemente que para los nuevos doctores, el que el acto por el que pasan a la comunidad científica coincida con el nombramiento de un "doctor honoris causa", no les viene bien sino más bien todo lo contrario, porque les quita el protagonismo del acto.
Recordemos que muchos de nuestros nuevos doctores proceden de "allende los mares" y hacen un esfuerzo humano y económico nada despreciable para brillar con luz propia esos días. Como observamos del video anterior, el momento más importante para los nuevos doctores, sus familias e invitados, es cuando éste sube a recoger sus insignias, a ser revestido por el Rector y recibir el abrazo fraternal.
Ese abrazo, que significa que te conviertes en un igual, tradicionalmente lo daba el director de la tesis al discípulo ya convertido en nuevo doctor. Ya no es así. Ahora por motivos de economía (en el tiempo, en la organización o vete tu a saber de qué...) ese abrazo lo dan los decanos/directores a todos los nuevos doctores de su Facultad. Lo cual supone una pérdida importante de las tradiciones universitarias y no debería consentirse. ¿Porqué se retira el abrazo fraternal del director de la tesis?, porque supone que se pierde mucho tiempo para el acto en el que la Universidad está interesada, que no es otro que la investidura doctor honores causa, a la que se cede el protagonismo casi absoluto del acto.
No digo que la investidura como "doctor honoris causa" no deba tener su propio protagonismo que lo tiene, pero ambos actos deben separarse por el bien de la Comunicación y las Relaciones Públicas de la propia Universidad
Evidentemente, si eliges a alguien como Pedro Duque, te garantizas el que la prensa va a seguir el acontecimiento y va a lograr que tu Universidad obtenga publicidad gratuita... Es ese el problema, porque suele ser el momento en el que los rectores aprovechan para lanzar mensajes ¿a quien?, al político de turno que en nombre del Ministerio (en nuestro caso, es decir la UNED) o en nombre del consejero de cultura de tu Comunidad Autónoma (en el caso del resto de Universidades), ha acudido a "soportar" el acto, y lanzar el discurso institucional. Evidentemente me estoy refiriendo a las Universidades públicas, porque las Universidades privadas lo que prima es la política de empresa. La Universidad utiliza un acto de Protocolo para realizar más que un acto de relaciones institucionales, un acto de lobby y se convierte en un grupo de presión para hacer llegar sus quejas a la autoridad de la que dependen.
Si queremos que nuestras Universidades recuperen el malhadado prestigio, recuperemos nuestras tradiciones universitarias y no confundamos churras con merinas. Una cosa es un acto de Relaciones Públicas, otra un acto de Relaciones institucionales y otra cosa es el lobbismo. Una cosa es un acto y otra un evento.
Si nuestros públicos son la Comunidad Universitaria, no convirtamos en protagonistas a los políticos.
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